sábado, 20 de mayo de 2017

Luis Tulio Siburu-Argentina/Mayo de 2017



La logia de los venenos

Leí el cartel junto a la puerta: ME RÍO. Parecía una broma, sin embargo era un bronce algo opaco pero señorial, con apariencia de entrada a una importante institución. Entré llevado por la curiosidad. Una flecha indicaba el ascensor al fondo. Subí. Eran cinco pisos, tantos como las letras de la placa. Pulsé el botón del primero. Seguramente, pensé, allí estaría quien me informe. No había nadie. Pasillos y oficinas vacías. Repetí la experiencia en los otros cuatro pisos y lo mismo. Un escalofrío me recorrió el cuerpo. ¿En dónde me había metido? Bajé rápido por las escaleras. Me fui al café de enfrente. Pedí un vaso de agua. Me temblaban las manos. Para colmo había cinco mozos, cinco periódicos sobre las mesas y quedaban sólo cinco medialunas de grasa en la campana de vidrio sobre el mostrador. Cosa de Mandinga.
-¿Le ocurre algo amigo? La voz me llegó como de lejos, no me daba cuenta si era yo preguntando desde adentro o alguien haciéndolo desde afuera. Pero había sido al lado mío. Su autor, el hombre envejecido que estaba a cargo de la caja. Parecía de confiar, le conté lo sucedido, sonrió, una sonrisa mansa, de esas que invitan a entregarse y confiar en ella…
-No es al primero que le pasa. Efectivamente ahora ya no queda nada. En una época la Comisión de Moralidad y Buenas Costumbres le había puesto una banda blanca de esas, vio, que se usan para clausuras, pero el tiempo se llevó todo y después nadie se preocupó más, salvo algunos como usted, que sin conocer la historia, se mandan para adentro…
-¿Pero qué había allí?
-Había una logia. ¿ sabe usted lo que es una logia?
-Lo único que sé – por cuentos familiares – es que el día que tomé la comunión mi abuelo se encerró en su pieza y no quiso salir todo el día. Dicen mis tías que fue porque él era integrante de una logia masónica y no estaba de acuerdo con lo que yo había hecho ese 8 de diciembre de 1950 en la Iglesia Santa Julia de la Avenida Alberdi y Víctor Martínez.
-Bueno, yo estoy como usted, más o menos. Pero cuando ocurrió esto le pregunté a un policía que intervino en el cierre y me comentó que una logia son gente que profesan iguales ideas, todas respetables por supuesto, que debaten sobre ellas con gran profundidad, pero medio cerrados a veces, un poco soberbios, como dueños de la única verdad…ojo…que San Martín…al cual queremos y respetamos todos era de la logia masónica  e hizo mucho bien…Dios lo tenga en la gloria…pero la cuestión es que a éstos, no se los llevaron en cana de casualidad, y de hecho no se pudieron reunir más. Se llamaba la Logia de los Venenos…
-¿No me diga?...y porqué  pusieron ese nombre extraño en la placa de entrada…
- No es extraño. Son las primeras letras de lo que ellos defendían hasta con su vida.
- Aquí me mató…y no de risa precisamente… explíqueme un poco mejor…    
- La M es Minusvalía, la E es Envidia, la  R es Rencor, la I es inseguridad y la O es odio. La dueña del maxikiosco de al lado, que hizo hasta tercer año de psicología y en la crisis del 2001 abandonó todo, dice que son los sentimientos que envenenan la mente de los hombres, a quienes les resulta difícil desprenderse de ellos.
-¿Y eran muchos los que participaban?
-Sí, un montón. Pero cada tanto llegaban los del Borda con un chaleco de fuerza y bajaban de la ventana del tercer piso a uno que se quería tirar. Parece que se daban manija entre ellos y a veces la seguían acá hasta medianoche.
Pregunto… ¿ alguno realmente se curaba ?…
- Parece que sí. El proveedor de Los Cinco Hispanos me dijo que el otro día vio la cara de uno de ellos en un afiche electoral… 
- A la mierda…Si lo llegan a votar muchos seguramente nos pasaremos cuatro años cagándonos de risa…
- Seguramente…y en ese caso alguien lustrará de nuevo la placa de bronce que se hará famosa. Este país tiene mala memoria y da para todo. Pero al mal tiempo, buena cara. Al menos, el negocio se me llenaría de “hermanos equivocados”, como en la logia negra….pero que toman café…aunque algunos dicen que este brebaje es un un veneno…y lo digo sin rencor…no me confunda con los de enfrente...
-Para nada. Yo lo envidiaría. Y al mismo tiempo siento odio por el que no cuida mi inseguridad. Aunque mi mayor problema hoy es la falta de laburo que me baja la autoestima. ¿ No tiene al menos una changa de lavacopas ?...Ya preparo la foto 4x4 por si ME RÍO vuelve a reunirse…si me asocio le aseguro la clientela…


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