miércoles, 20 de abril de 2016

Sandra R. Barrera Andrada-Córdoba, Argentina/Abril de 2016



Anillos

         Se miraron de reojo con sus párpados cansados. Se miraron a la distancia, en el presente, y quizá en el porvenir cercano. Esos ojos volvieron hacia el jardín florecido y una sonrisa, adornada por el delta de sus mejillas tranquilas, desfiló un instante. Se miraron de nuevo. Se miraron sentados en sus reposeras de madera de mimbre. Movieron sus manos con sendos anillos brillantes y recordaron la escena. Recordaron también la primera vez que él buscó su boca y la mordió con furia, cuando tocó sus pechos sensibles y la dejó creer en su necesidad. Se miraron de reojo y nuevamente aceptaron que todo lo sentido fue mucho antes del beso y de las manos. Fue cuando los dos se dieron cuenta de que habían puesto sus ojos en el mismo punto de partida.

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