sábado, 18 de julio de 2015

Ramón de Jesús Hernández Olivares-México/Julio de 2015



A VECES

Soy quien impulsa los vertiginosos recuerdos
de tu piel desnuda,
seré el eje de tus besos  y refugio de tus  caricias ocultas.

Soy ave fénix  renaciendo al himno de las olas
y una página blanca en tu pecho
mientras no escribes nuestra historia…

Seré tus mañanas cálidas en tempestades de invierno,
y tú la silueta imaginaria posándose en mi lecho,
me oculto entre versos, llorando en silencio.

A veces  en tu ausencia en mi alcoba,
entre sombras imagino tus ojos como luceros
iluminando al amor… en mi rostro.

Puedo ser risa y lamento al mismo tiempo
¿Llorar a carcajadas? A veces,
cuando no exista una caricia
¡Cerramos la habitación!

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