domingo, 22 de junio de 2014

Laura Beatriz Chiesa-Buenos Aires, Argentina/Junio de 2014

VIVIENDO



Tengo un silencio clavado
en las angustias del alma,
y en ese mismo silencio
-a veces- bato mis palmas.
Camino nubes de olvido
con la cabeza cansada,
pero elevo las plegarias
que me ayudan a llevarla.
Los pies se vuelven renuentes
a dar pasos para nada.
Trato siempre de mentirles
alentando su pisada.
Soy un carnaval sin agua,
sin albahaca y sin guirnaldas.
Nadie adorna mis mañanas
pues el saludo me falta.
Así prosigo el camino
hasta que Dios diga basta.
Trato de limpiar malezas,
pero las fuerzas se gastan.
El tramo que está restando
sólo tiene una esperanza,
servir y seguir viviendo
para probar la templanza.
Valorar lo valorable
fue mi misión y mi meta.
Dar una mano caliente
con un plato que alimenta.
Tengo un silencio clavado
en las angustias del alma,
y en ese mismo silencio
-a veces- bato mis palmas.




3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que hermoso poema Laura!!!!!
me encantó !!!!!

Muchos cariños Josefina

Héctor Labonia dijo...

Buen mensaje y con poesía!Héctor

Anónimo dijo...

En este ágil y fresco poema, de mi amiga Laura, descubro dos hechos : es un manifiesto que declara una actitud de vida y segundo , percibo cuanto más es ella, cuando se libra de los ajustes del soneto.
Abel Espil