lunes, 20 de enero de 2014

Abel Espil-Buenos Aires, Argentina/Enero de 2014



ERAN DOS, SOLO DOS

La tarde comienza a ponerse fría. La secretaria del abogado Dr.Alvarez, llega al estudio temblando, con pequeñas lágrimas acariciando su hermoso rostro. Apoya en su amplio escritorio la cartera, las carpetas, los guantes y está por poner en el perchero el tapado, cuando suena la suave música del celular.
Era el Dr., preguntándole si iba a demorar mucho más, porque tenían que ir dentro de una hora y media, juntos, a una mediación. 
Le contesta que recién había llegado. Se prepara el café muy caliente. Se sienta, prende un cigarrillo y surge  en su mente, la imagen de aquellos dos hombres tirados en la acera, abrazados, dormidos, con dos tetra brick cercanos a sus cabezas, tapados con diarios y cartones.
Vuelve a lagrimear. Entiende el hecho difícil del vivir. Conoce por su trabajo , las causas que generan los grandes desmanes económicos, como así también el derrumbe insalvable,  que se da en algunas personas por la "crueldad intrínseca del ser humano" al decir de Nietzs
Ya van varias estaciones climáticas que ella los va viendo. A veces uno de los dos está
 parado, con abundante barba blanca y un sombrero negro con enormes manchas de grasa. Fuma los cigarrillos que algún apurado  tira a la calle, o se acerca a la parada de los ómnibus, presumiendo que quizás pueda encontrarlos y más largos.
Al salir a la calle junto al Dr.Alvarez, le comenta el terrible vivir de estos dos hombres que están tan cercanos al estudio.
El Dr. se detiene, la mira, y le dice que cuando regresen de la mediación, le va a contar una pequeña historia.
Ascendieron al auto  y ella estaba muy absorta por lo que le había dicho el Dr.
¿ Acaso al Dr.Alvarez no le conmovía ver todos los días del año, a  estos dos hombres que nunca conversaban pero no dejaban de estar siempre juntos?
La reunión fue simple y rápida. Los clientes estaban tan contentos del resultado obtenido, que los invitaron a almorzar.
Se charló un poco de todo, tomaron un excelente vino y luego de un largo rato , regresaron al estudio . El Dr. dejó el auto en su estacionamiento y al caminar rumbo al lugar de trabajo, ella vio a estos dos hombres tomando vino y comiendo pan. 
Le tocó el hombro a su jefe, éste los miró sin manifestar expresión ni comentario alguno.
Ella mientras  esperaba que la llamara , preparó dos cafés, golpeó la puerta y al entrar pidiendo disculpas ,se sentó frente al Dr Alvarez, esperando escuchar la historia.
Comienza diciendo " El más alto de los dos es mi cuñado. Mi hermana, la menor de ocho hijos, falleció hace trece años de un infarto súbito, al enterarse que su marido tenía otro hogar con hijos en Chascomús. Estaban casados hacía ocho meses. Llevaban doce años como pareja , siendo muy felices. El otro , es el hermano más chico de mi cuñado, que nació sordomudo .Ambos nacieron en el Chaco Salteño. Estos hombres trabajaban en el mismo lugar .Cuando  se cerró la empresa fabricante de electrodomésticos llamada Siam, no tuvieron indemnización porque terminó en una quiebra. 
Mi cuñado ,con lo poco ahorrado comenzó  a comprar heladeras y lavarropas que no funcionaban. Junto a su hermano lo reparaban dejándolos casi como nuevos. Todo andaba bien hasta que comenzaron a entrar al país productos importados a precios muy pero muy baratos. El trabajo decreció totalmente y en ese periodo, se produjo lo de mi hermana. Como ves Esther. en la vida de todos hay historias que transforman a las personas".
"¿ Dr. lo que no comprendo es el porque  de vivir en la calle? "
" La familia de Chascomús, al descubrir la doble vida de mi cuñado, lo echó a la calle. Él estuvo largo tiempo internado en el Hospital Pirovano. Un amigo de él me ha contado, que estuvo algunos años con diagnóstico de Depresión .Un día escapó y junto a su hemano sordomudo viven en la calle y de lo que la gente les da "
Ya había anochecido. Esther, al salir a la calle, respiró muy profundo y volvió a su realidad sintiéndola un poco más liviana.

04 de setiembre de 2013  
Abel Espil










6 comentarios:

Anónimo dijo...

Abel: Un relato tan crudo como la realidad y con un final horroroso, de la vida cotidiana. Un cuento de terror, del terror de la calle y el capitalismo. Por supuesto, genialmente logrado. Vos sabés que el tema social es mi preferido. Felicitaciones...y van... Marcos.

Anónimo dijo...

Amigo Abel muy bueno tú relato como nos tienes acostumbrados. Me resultó muy fuerte y por mi condicion de "Emigrada" donde la Depresión casi no nos abandona, mucho más. Es cierto un cuento de terror, del terror de la calle y el Capitalismo y yo agregaria del Socialismo tambien que cada día se derrumba más, como nos hace tristemente acordar el Muro de Berlin.
Nunca dejes de escribir, más allá del tema, pues la lectura de lo tuyo resulta siempre muy interesante. Logra tu redacion que uno se enganche hasta el final.
Felicidades por ésta y por las que vendran.
Ofelia
La Cubana de siempre.

Anónimo dijo...

Me dio miedito, un cuento que se las trae. Muy bueno, felicitaciones y beso de Alicia.

Laura Beatriz Chiesa dijo...

Abel: es un tema vivido por nosotros, en épocas que no debemos olvidar y no muy lejanas. Yo la llamo "la época de las cortinas bajas", de la que tengo muchas referencias nefastas. Muy bueno, amigo. Un abrazo de,

Marta Susana Díaz dijo...

Un triste relato de la realidad, cuando las fuerzas por salir del pozo de la depresión abandonan a los seres y los dejan tirados en la calle como si fueran invisibles a los ojos de los que pasan a su lado. ¡Muy bueno!

Anónimo dijo...

Lamentablemente esta situación se esta repitiendo tanto en lo económico como en lo social, quizá tu pluma pueda llegar a modificar aunque sea minimamente estos casos.
Te felicito una vez mas, con cariño Rita