miércoles, 27 de julio de 2011

Nilda Antonia Pigazzini-Buenos Aires, Argentina/Julio de 2011

NO HABIA MUERTO

 No había muerto
me habían enterrado.

Aún vibraba en este mundo
Sin haberme despedido.
Quise gritar que el fin
no era la hora,

Mis hermanos planetarios
no me oían,

En silencio

Dí el último adiós.

Mis hermanos
Los humanos
Tan humanos

    Nunca me oyeron

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nilda: qué buen planteo. Es común que los humanos no escuchen, eso explica muchas actitudes inconcebibles para algunos. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.-