sábado, 23 de abril de 2011

Lilia Elena Durand-Buenos Aires, Argentina/Abril de 2011

Un cuento para Sofía II

           ¡Hola, Sofía! Te mando mi foto por si no te acuerdas de mí. Me imagino que estarás disfrutando esta Pascua con mamá y papá. Yo estoy un poco triste porque Sapolín está enfermo. ¿Sabes Sofi? Estuvo tomando agua de un charquito que está muy cerca de un sembrado de tomates. Parece que los dueños, que son unos chacareros (los chacareros son los que trabajan en la chacra) rociaron con veneno la plantación para matar los bichitos que habían enfermado las plantas.
           Es el caso que el veneno se metió en el charquito y lo contaminó (quiere decir que no se puede tomar el agua porque te enferma) que es lo que le pasó a Sapolín. Una mamá Sapa, me dijo que fuera a hablar con los chacareros. Fui hasta la chacra, encendí y apagué mis luces, como ya sabes que nos comunicamos los bichitos de luz, pero nadie me atendió,… a mí me parece que no me quisieron recibir. Ellos ya sabían que Sapolín estaba enfermo porque bebió el agua contaminada.
          Volví al refugio donde descansaba Sapolín y lo encontré acompañado con el viejo y sabio Sapo que además es el doctor de la ciudad de los sapos. Le conté lo que me había pasado.
          ¿Sabes Bichito de luz? me dijo, tenemos que enseñarles a los chacareros que hay otras formas de luchar contra las enfermedades de las plantas, que no sea envenenándolas. Lo miré con mis luces más brillantes esperando que me contara cómo, pero parece que estaba muy cansado de tanto masaje en la panza de Sapolín, que se levantó con sus ojos medio cerrados y me prometió volver otro día.
          Por esto que te conté estoy bastante triste, un poco mejor que cuando empecé esta carta, porque Sapolín agrandó su boca, como queriendo decirme algo. ¡ ah! Ya sé, quiere que te desee ¡Felices Pascuas!
                                                           Mi mejor lucecita para vos y todos tus amiguitos.
                                                                     
                                                                                                      Bichito de Luz

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lilia, me encantó tu cuento no lei elprimero, pero en verdad tenés pasta para temas infantiles, felicitaciones!!! un cariño Alicia.

Martha Brutinel dijo...

Lilia, cuanta verdad tiene tú cuento
vivo en un pueblo, rodeado por campos
ya no quedan, ni sapos, ni ranas,y las palomas emigraron a la plaza de mi pueblo,y los seres humanos también
estamos contaminados,el agua no se puede tomar x el arsénico que contiene, un cariño Martha

Laura Beatriz Chiesa dijo...

Lilia: una realidad irrefutable y, además, lindo cuento. Un abrazo,