lunes, 21 de marzo de 2011

Luis Raúl Calvo-Buenos Aires, Argentina/Marzo de 2011

Poema XIV
Hay diferentes momentos
para poder arribar
al conocimiento de la vida.
Por aquellos días
la luz era luz
la oscuridad, oscuridad
el padre y la madre
seres sin tiempo ni memoria.
Debieron suceder cosas
crecer haciendo la vista gorda
a los diarios pesares
-acaso una de las formas
más penosas del olvido-
comprender que ni la luz
ni la oscuridad, ni los padres
se asemejan a esas primitivas
sensaciones.
Lo recuerdo hoy, cuando la bruma
se torna inapelable a los sentidos.
Hoy, que la luz es sólo oscuridad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me gusta muchísimo, luis, los momentos precisos tan bien definidos, sin mixturas al comienzo del poema: la luz era luz, la oscuridad, oscuridad, para finalizarlo en una imagen de hondura donde luz y oscuridad se confunden en una misma cosa, linea de horizonte que tal vez sirva para unir diversas sensaciones. un abrazo en la palabra. susana zazzetti.