lunes, 20 de diciembre de 2010

María Angélica Guarneri-Buenos Aires, Argentina/Diciembre de 2010

La tierra sueña

Suspira el viento
            cansado de recorrer el mundo...
El último rayo del sol… se despereza.
Es el momento en que la calandria
                        embellece el paisaje…
La sonoridad de su canto… se eleva
perdiéndose en el eco de la montaña.
            La luna esparce su luz plateada
                        en ella… la acaricia.
Las venas de aguas heladas
                        se visten de plata
                                                deslizándose
                        lentamente por la ladera…
                        “Llorando por la tierra castigada”
La montaña enfrenta con altivez
            el Universo, vacío e indiferente
            la luz natural se aleja
            los sonidos encantados
            ocultos en la montaña
            mecen la Tierra
                        la luna y la noche
                        escuchan en silencio
            La Tierra… sueña…



Guerra

            La tierra tiembla, el mar se agita
            la angustia y el terror, despertó al mundo.
El sol busca refugio en las nubes
la luna llora lágrimas de plata
las estrellas perdieron su fulgor.
            El Universo… perdió su serenidad…
            Lenguas de fuego iluminan la noche
Los pájaros ya no vuelan… inmigraron…
pájaros de metal los reemplazaron
ya no se escuchan sus cantos
el ensordecedor ruido de misiles y bombas
callaron sus cantos.
            “Los hombre de la Tierra…
                                    perdieron su Paz…
La risa se transformó en llanto
el amor en odio… la vida en muerte…
El horror, el miedo y la desesperanza
reina por doquier… el hambre acosa…
carnes laceradas… bocas resecas…
                                    Los pueblos se dispersan.
Alzan sus voces al unísono
                                    pidiendo la Paz…
Por mucho tiempo el miedo y el dolor vivido
dejarán profundas huellas en sus dolidas Almas.
Por mucho tiempo se preguntarán…
-¿Dónde quedó el temor a Dios?...
-¿Dónde quedó la palabra Hermano?...
-¿Dónde?...

1 comentario:

Anónimo dijo...

María Angélica, ea un placer leer tus poemas.

Una poesía que envuelve con sus versos. Son pinceladas de sueños de la mano de una pintora.

Besosssss Josefina