jueves, 22 de julio de 2010

Beatriz Valerio-Provincia de Entre Ríos, Argentina/Julio de 2010

Surco de luz

Un surco de luz,
sobre tu cuerpo dormido,
deja como un misterio,
de polvo infinito.
Es de color dorado,
sobre tu piel bronceada.
Me abrazo a tu piel desnuda,
y me fundo en mil colores.
Y al pié de tu cama,
caigo y hago naufragio,
provoco las olas
y luego la marejada,
en mi deseo salvaje.
Y tomo el camino,
de tu cuerpo a la deriva.
Errante como un pagano,
sobre una tierra prometida.
Y luego mis manos codiciosas,
en este juego de impaciencia,
siempre siendo tan presurosa,
a bordo de la abundancia,
y es en esta alma apremiada,
en esta sed intensa,
que es necesario agua,
para serte sincera.
Una sospecha de sueño,
en tu mirada luminosa,
como perlas de sol,
batallas de azul límpido,
y la luz de tus tristezas,
unos versos coloridos,
a este juego tan sensual,
que sigue siendo eterno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bello poema sensual,

y una hermosa imágen lo ilustra.


besoss Josefina