viernes, 18 de junio de 2010

Ana Romano-Buenos Aires, Argentina/Junio de 2010

Ficción

Una lágrima suspendida
en el vértice
hasta que rueda
y cae sobre el papel
Esa mirada
en los ojos apagados
exhibe ausencias
Palabras desdibujadas
circulan
La poeta calla:
y la fantasía
Las estrofas se opacan
Fisurada la magia
ya no quedan espejos
Vacía
espera la muerte.

1 comentario:

Gisela dijo...

Te felicito por el poema. Te superás día tras día. La verdad que me sorprende mucho tu evolución. Seguí así que vas por muy buen camino y apoderáte de ese don que tenés. Realmente vale la pena que dejes tu huella en el camino.