viernes, 4 de diciembre de 2009

María Angélica Guarneri-Buenos Aires, Argentina/Diciembre de 2009



Desierto


Ya no queda nada - sólo el frío vacío

y la constante tensión - hundiéndome

en una rara - quietud lacerante

que invade mi ser - obligándome a pensar

en aquél atardecer - donde mi alegría

se quebró contra el acantilado del tiempo

Ya no queda nada…

sólo la sensación - de caminar

por una ancha avenida - desierta

iluminada - por el nacarado brillo

de las estrellas - sin poder descubrir

Sus secretos

Tiemblan mis labios - al esbozar

una sonrisa irónica

Mis sienes laten… pienso

-¿Por qué…. en esos días cenicientos

se acopla dentro de mí

el recuerdo - de aquellos días

donde un mundo - de calor y risas

alegraban la casa?...

Los rápidos años - queman el calendario

El tiempo sigue su curso

y la vida - logró embarcarme

en una nueva aventura

donde la reina - es la soledad.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

María Angélica: la soledad es dama de compañía de todos los seres y está presente, muy seguido, en la temática poética. Generadora de bellos escritos y melancólicas melodías. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.

Anónimo dijo...

María Angélica: la soledad es dama de compañía de todos los seres y está presente, muy seguido, en la temática poética. Generadora de bellos escritos y melancólicas melodías. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.

Juan Caceres Quiroga dijo...

Soledad, Vida y Tiempo....
Tu expresión en esta poesía es emblemática y profunda. Es como transitar un largo camino.
La he leído varias veces y cada vez me resulta mas placentero hacerlo. Gracias.
JCQ_