domingo, 20 de septiembre de 2009

Roberto Romeo Di Vita-Buenos Aires, Argentina/Septiembre de 2009



Semblanza



Ellos vinieron de los hielos

había huellas de los otros,

rumiaban las cortezas del desierto

cruzaron los estrechos de las aguas

y en las praderas aun húmedas

por vez primera pastaron.

En sus hocicos

les quedó por un tiempo

ese sabor de la clorofila y de la menta.

Uno de ellos.

levantó su testa al viento del desierto

y entre la bruma y la niebla

descubrió más allá del cenit,

el contorno de ciudades abandonadas.

Querían hacerse

amigos de los hombres,

ya que la hierba era abundante

en las praderas.

El hombre se acercó con cautela

en los primeros tiempos,

hacia su esbelta y grande figura;

tomaron amistad y soledades

y juntos cabalgaron horizontes.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Roberto: un tema original que habla de la necesidad de las especies (ambas), a relacionarse.
Una realidad que nació en aquellos tiempos y perdura. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.